Lo más importante antes de empezar a hablar sobre los centros geriátricos y el tratamiento de las dietas, debemos entender cómo es el envejecimiento.
Se trata de un proceso biológico completamente natural e irreversible, que provoca cambios en la estructura y función de los diferentes sistemas de nuestro cuerpo, aumentando la vulnerabilidad del individuo. Todos estos cambios fisiológicos, psicológicos y sociales que acompañan esta fase de nuestra vida, condicionan al estado nutricional. Prevenir la desnutrición, es una obligación socio sanitaria que debe iniciarse con el cuidado de las dietas dentro de los centros geriátricos, pero también fuera de ellos.

Pauta nutricionales en los centros geriátricos
Evidentemente, cada persona requiere unas pautas específicas, por lo que vamos a enumerar algunos de los nutrientes esenciales que aseguran a nuestros mayores a cubrir sus requerimientos nutricionales:
· Mantener el balance enérgico equilibrado.
· Asegurar un aporte adecuado de proteínas.
· La disminución de la tolerancia a la glucosa aconseja dietas con alto contenido en carbohidratos complejos (cereales integrales y verdura).
· La calidad de la grasa ingerida es un factor muy importante. Son recomendables las grasas monoinsaturadas en mayor medida, ácidos grasos saturados y ácidos grasos poliinsaturados respectivamente.
· Asegurar cantidades adecuadas de minerales, en especial hierro, zinc y calcio.
· Cubrir las necesidades en vitaminas A, B, C y D.
· Consumo de 2 – 3 litros de agua al día.
· Ajustar meticulosamente las cantidades de fibra adecuadas para evitar generar otros problemas.
Indiscutiblemente, todo ello debe ir acompañado siempre de un programa regular de ejercicio físico.
Además, los centros geriátricos disponen de personal capacitado para proporcionar suplementos nutricionales bajo supervisión en caso de ser necesario.